Familiares o amigos: Otra forma sencilla
de obtener financiamiento, sobre todo cuando el dinero que necesitamos es poco,
es solicitarlo a familiares o amigos, los cuales es muy probable que nos
presten el dinero si son conscientes de nuestra capacidad y responsabilidad.
Bancos: Una forma común de
obtener financiamiento aunque más difícil de acceder son los bancos, los cuales
podrían solicitarnos algunos requisitos tales como determinada experiencia en
el mercado y, en caso de tratarse de un monto elevado, garantías que podrían
estar conformadas por activos de la empresa o bienes personales.
Entidades financieras no bancarias: Algunas de ellas
especializadas en pequeñas y medianas empresa, por lo que los requisitos suelen
ser menores que los que pide un banco, pero con la desventaja de que el
préstamo que otorgan suele ser menor, suele tener un menor plazo, y suele tener
un mayor costo o tasa de interés.
Empresas de leasing: Bancos o entidades
financieras que brinden el producto de leasing, el cual consiste en
un contrato mediante el cual solicitamos a un banco o entidad financiera que
adquiera la propiedad de un bien (por ejemplo, una maquinaria o equipo) para
que posteriormente nos lo arrienden y, una vez culminado un plazo establecido,
tengamos la opción de comprarlo.
Empresas de factoring: Bancos o entidades financieras que
brinden el producto del factoring, el cual consiste en un contrato
mediante el cual le cedemos a un banco o entidad financiera los derechos de
nuestras cuentas por cobrar, a cambio de que nos las abonen por anticipado
(deduciendo los intereses y comisiones que el banco o entidad financiera nos
pueda cobrar).
Proveedores: A través de la
obtención de un crédito comercial, por ejemplo, al conseguir que un proveedor
nos provea de mercadería, materias primas o algún activo, y nos permita pagarlo
en cuotas mensuales en lugar de tener que realizar un único pago en efectivo.
Emisión de acciones: Otra fuente de
financiamiento es la venta de acciones, las cuales consisten en títulos que le
otorgan a quien las posea, el derecho de participar en la distribución de las
utilidades de la empresa y en la distribución del capital social en caso se
liquide ésta.
Emisión de bonos: Otra alternativa es
la emisión de bonos, los cuales consisten en títulos de deuda que la empresa
emite comprometiéndose a pagar intereses periódicos y a devolver el valor de la
deuda al vencimiento de un plazo determinado, a quien los adquiera.
Canjes o trueque con otras personas: Consiste en
intercambiar un producto o servicio por otro, por ejemplo, pagar anuncios o
publicidad con nuestros productos, o brindarles nuestros servicios a los
trabajadores de una empresa, a cambio de que nos provea de insumos o
mercaderías.
Socios: Otra forma de
financiar nuestra empresa consiste en buscar un socio, es decir, una persona
interesada en nuestra empresa, que además de querer invertir en ella, esté
dispuesta a compartir el riesgo del negocio y a trabajar junto con nosotros en
su crecimiento.
Inversionistas: Finalmente, podríamos
buscar “entidades de capital de riesgo” o “inversionistas ángeles” (que a
diferencia de las entidades de capital de riesgo, utilizan fondos propios y no
de terceros), o simplemente cualquier persona, empresa o entidad que desee
invertir dinero en nuestra empresa a cambio de un porcentaje de las utilidades.
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